David y Sara nacieron en un pueblo llamado Rahbeh Aakar. Como muchos libaneses, llegaron a Colombia en busca de una mejor vida, huyendo de las guerras y la violencia en el Líbano. Llegaron a Colombia sin hablar español ni inglés y aprendieron nuestro idioma por su cuenta. Algunos años después en 1987, nació Samya en Barranquilla. Sus recuerdos más tempranos giran en torno a la comida; comiendo falafel con picante, viendo a su mamá preparar kibbeh nayeh, su papá dirigiendo la cocina y cocinando kafta mientras se llenaba la casa del humo producido por el carbón, su hermano Habib esperando a que sirvieran la comida... Hace sentido que este pasado haya llevado a Samya a inclinarse por la gastronomía de sus raíces pero cuando terminó el colegio, no tenía claro qué estudiar hasta que un día, hablando con una de sus mejores amigas, esta le preguntó por qué no estudiaba gastronomía. Algo en la cabeza de Samya hizo click y se fue a Bogotá a estudiar. Su papá siempre había soñado con abrir un restaurante en Bogotá y así, apenas Samya se graduó y sin alguna experiencia en una cocina profesional, abrieron El Árabe en la calle 69A. Durante meses trabajaron e hicieron pruebas para lograr preparar a gran escala lo que en su casa cocinaban para una familia de 4. Hoy en día Samya ha llevado estas recetas a otro nivel por medio de un approach 100% empírico estudiando técnicas en los libros. El sueño de Samya es llegar a nuestros paladares con el más auténtico sabor libanés, transmitiendo todo el amor que sus padres le inculcaron al momento de preparar alimentos y sentarse a la mesa.